lunes, 25 de abril de 2011

Mi "Consejo",


Ella observaba como una persona del grupo al que pertenecía se regodeaba de sus conocimientos y/o títulos adquiridos recientemente, y no le pareció más que una recién vestida; sí así, como le dicen las personas adineradas (en las novelas) a las pobres que se hacen ricas de la noche a la mañana.
Sí, ese domingo de Marzo, fue un día caluroso -en extremo diría yo-, sobre todo cuando hay ciertos temas en el ambiente que generan tensiones. Más que nada entre los voceros de cualquier Consejo Comunal; ya que al unirse para "trabajar" supuestamente por la comunidad podemos encontrarnos con una cantidad de obstáculos eso sin contar, el carácter o personalidad de cada individuo que lo conforma ( o debo decir Ego).

Los hay aquellos que se reunen pero no "hacen", hay los que "hacen" pero no se reunen, los que no pueden "hacer" porque no hay con qué, los que jamás se reunen, los que se reunen una vez a la cuaresma y creen que con pegar cuatro gritos su palabra es ley y su opinión única. Están los que no proponen, pero impiden al que propone. Todo eso reflexionaba ella, mientras veía pasar las horas.
Y es que pensaba que formar parte de ese Consejo Comunal era un gran peso. Cada sábado religiosamente se "transportaba" a otro lugar mentalmente al llegar a aquella casa que emana olor a cosas viejas, hongos, ya casi escuchaba todos los ácaros reunidos por montón en el ambiente, y sentía que la veían, eran oscuros, feos, y dañinos. Ah! debe ser eso lo que entra por la nariz de los allí reunidos y hace que de cada uno de ellos emane su verdadera personalidad, aquella que los hacía menospreciar o subvalorar el dese´mpeño de los demás- pensó ella aquella tarde.
Llegó el día sábado y era hora de reunirse, alli tendría que "transportarse", bloquear sus labios para no dejar salir de ellos palabras que saldrían como hachas filosas, palabras que harían desatar su furia ante la opinión de cada una de esas personas que se reunían solo a hablar, no a "hacer".
Y es que no podía decir ante ellos lo que pensaba de ellos, de la mayoría de la comunidad. Pues cuando dialogaba con ella misma cada tarde en que veía pasar las horas poco a poco; lo que le recordaba el día cuando le pusieron el suero con calmantes que le colocó la enfermera esa noche en que nació su hija, era una gota cada 5 ó 10 minutos, la gota tardaba tanto en recorrer la manguerita hasta llegar a la aguja que estaba en su brazo que le parecían horas, días; no le quedaba otra cosa que hacer, que desfallecer y sucumbir al dolor hasta esperar que pasara.

Estando sentada esa tarde en la Casa comunal quedó absorta en el dilema que siempre le hacía preguntarse sí tenía que de verdad dedicarse a niños y/o jóvenes que para ella no tenían "salvación" pues venían de padres cuyos genes estaban dañados, afectados en muchos casos por la droga, el alcohol, etc; lo que para ella suponía que tenían los genes alterados y esto era transmitido de generación en generación. Allí mismo en el Consejo, algunos de ellos vienen de familias disfuncionales con hijos, hermanos o algún familiar sumido en la delincuencia, alcohol o algún otro "vicio" de los que van dañando a la sociedad.

O tienen salvación porque son niños y están formandose, da tiempo de enseñarles valores, pero habría que sacarlos de sus casas porque los niños aprenden con el ejemplo.
Así seguía preguntandose para sí hasta que las cornetas de los carros que pasaban enfrente se hicieron más fuertes y la sacaron de su abstracción...


Para darse cuenta que no había pasado el tiempo, o al menos eso parecía pues uno de ellos, no dejaba de increpar a otro sobre lo que dijo o dejo de decir y blah, blah, blah.




continuara...






























sábado, 23 de abril de 2011

martes, 5 de abril de 2011

Continuación ... Realidad Sufrida ?

Dolores Sufrida dejó caer la taza de té con una expresión fingida frente a su invitada. Oh! lo siento- dijo. Esta acción sólo estaba destinada a ocultar el estado en que estaba su vajilla más preciada, y solamente esperaba el momento de estar a solas con la familia para reclamarles sobre el estado de las mismas.



Pero lo que no había pensado la señora era algo que todos sabían y es que las tazas siempre habían estado así, o bueno, se habían tornado de ese modo pues con ellas también solían tomar café, y este con el tiempo las pone así. la señora no se había dado cuenta hasta ese día, y lo que pasaba era que tenía lentes(para leer) desde hace pocos días por lo que ahora podía ver detalles que no veia antes. Decidió entonces colocarse los lentes nuevamente y dar un recorrido por su casa. -!Oh no!- exclamó horrorizada.
-Tenemos trabajo que hacer.
Mientras limpiaba pensaba en lo difícil o bochornoso (quizás sólo para ella) que le parecía la forma en que de la noche a la mañana no podía leer las letras pequeñas, sino alejaba el texto a un metro de su vista, a la vez que agradecía ese invento "los lentes, gafas, anteojos" como quieran llamarlos.


Desde que salió del hospital, había decidido no usar ropa de color blanco, pues le recordaba aquellos días en los que estaba atada a sí misma con la camisa de fuerza. Como es posible que nadie la comprendiera, y en lugar de ello decidieron colocarle el titulo de "loca" y recluirla. !Y todo para que! si seguian sus mismos "conflictos existenciales" como los llamaba ella misma, conflictos que se sentían alterados o repotenciados solo algunas veces o en algunos momentos. Pero nada la hacia sentirse mejor, aquellas actividades que la mantenían con la mente en blanco o concentrada ya no le funcionaban.
-Quizás solo el SPM, saben el Sindrome Premenstrual o Post menstrual- se decía a sí misma